DESENFOCAR…PARA VER CON CLARIDAD

Desenfocar – para ver con claridad: ¿una contradicción? Para decirlo de otra manera: ¿Cuándo obtenemos las mejores ideas? O¿Cuándo se nos caen las  escamas de los ojos y sabemos de repente, exactamente lo que queremos hacer y cómo o qué está pasando? ¿Qué hay detrás de la ira de esta persona? ¿O cómo podemos solucionar esta dificultad en el trabajo? – Me vienen espontáneamente tres situaciones.

Escena 1: Estoy medio dormido en mi cama. Los pensamientos y las imágenes fluyen por mi cabeza, las escenas y las personas aparecen frente a mi mente. De repente, como un relámpago: decido tomar esta  decisión,en esta época, basándome en esto y este motivo. Y si ese motivo fue el miedo, tengo que reconsiderar esa decisión. – Siento lo mismo cuando me despierto de repente por la noche. Es la una o las dos. Y de repente me queda claro que siempre reacciono igual aquí y allá. Y que sería bueno cambiar eso …

Escena 2: Son las seis de la mañana, me voy medio dormido a la ducha. El agua caliente cae gustosamente sobre mi cabeza, cabello y espalda. Se agita durante minutos, me despierto, mi día pasa frente a mi mente. Y aquí también: De repente sé cómo organizar este taller, cómo quiero iniciar esta conversación o cómo las diferentes tareas encajan juntas de una manera significativa.  

En ambas ocasiones pienso en – NADA. Mi cabeza, mi pensamiento, mi mente están puestos en el modo DES-FOCALIZAR: La mirada interior está en la distancia. Estoy muy tranquilo, completamente conmigo mismo, por así decirlo. Si tuviera que medir la frecuencia de mi cerebro, es decir, hacer un encefalograma (EEG), la actividad cerebral sería muy lenta. Y, sin embargo, son precisamente estos momentos en los que veo claramente muchas cosas importantes. Creo que todo el mundo lo sabe. Pero, ¿quién se da cuenta de esto? Descubrí estos momentos de creatividad y muchas soluciones gracias a MAP: Aquí, según Jaume Arnau Carbonés, se hace una distinción entre la MENS CONTEMPLATIVA y la MENS RATIONALIS, en alemán: la mente contemplativa y la mente analítica.

La MENS CONTEMPLATIVA o el modo contemplativo de nuestro conocimiento ofrece un acceso a nuestro ser interior, mientras que la MENS RATIONALIS o nuestro pensamiento lógico se dirige al exterior. 

La MENS RATIONALIS organiza, calcula, coteja y analiza datos. Muy útil en la práctica, en muchas áreas de la vida.

La MENS CONTEMPLATIVA recibe desde dentro; tienes que intuirla y buscarla. – “De repente llega el momento. “¡Y entonces tengo que estar listo!” Hace poco  escuché este eslogan publicitario. Por lo tanto, vale la pena buscar a menudo estos momentos de un EEG bastante plano y habilitarlos en el cotidiano. Muy a menudo no hacer nada útil (sin bombardearse con algo). No es tan fácil porque no es tan reconocido socialmente. O sino, plantéate qué  respondes a la pregunta, después de unas horas en el prado mientras miras las formaciones de nubes de una manera relajada: ¿Qué hiciste esta tarde?  

También le pregunté a una filósofa argentina que conozco, Nieves Viana. Cuando le describo la diferencia entre el pensamiento consciente, activo y racional y la aparente inactividad que se convierte en alta productividad, escribe las siguientes reflexiones sobre la capacidad humana para captar el sentido en la vida:

El entendimiento humano posee dos funciones: la razón y el intelecto. La razón es discursiva, analítica. Con ella realizamos silogismos, razonamientos, y llegamos a una conclusión. JUZGAMOS. Discurrimos, caminamos, damos un paso tras otro… se da en el tiempo, en un “transcurso”. En cambio, con el intelecto, captamos de modo inmediato la realidad. No la razonamos, no la analizamos, no la juzgamos, la recibimos entera, con cierta pasividad. Recibimos, somos inundados por decirlo de algún modo.

Lo primero que captamos de las cosas es el ser de ellas. No captamos su esencia, no captamos “lo que es cada cosa” sino que captamos que las cosas “son”. Esta captación es inmediata y la que hace posible toda otra captación, y todo tipo de pensamiento, razonamiento, etc. Al ser no lo razonamos. Lo recibimos. El ser despierta nuestra conciencia. 

Al mismo tiempo, los seres humanos somos seres corpóreos. Y es a través de la sensibilidad por donde recibimos cada realidad del mundo, incluso a nosotros mismos. Tanto nuestros sentidos externos como los internos, colaboran en la captación inmediata del ser, del sentido, de la realidad más elemental, más fundamental.

Hay un sentido muy importante: la percepción. Por la percepción podemos captar las cosas que nos rodean, y a nosotros mismos, sin razonamientos ni análisis. 

La percepción. Percibimos. Cuando percibimos un color, un olor, una textura, cuando recordamos con nuestra memoria y sentimos aquello que recordamos, cuando algo nos impresiona en nuestra sensibilidad, también nos impresiona en nuestra interioridad… Todo eso que captan nuestros sentidos, es también un modo de conocimiento intelectual.

Contemplar es un acto intelectual…pero no es un razonamiento. Quien aprende a contemplar aprende a dejarse inundar por las cosas… Es un dejarse en el que también hay una parte activa. Porque uno activamente se deja inundar, se deja empapar, se dispone a dejarse someter por la realidad misma, sin juzgarla. Y en ese dejarse sin juzgar…es cuando más y mejor somos conocedores de lo real.

De esta manera, definida así filosóficamente, la contemplación es activa y pasiva al mismo tiempo, lo que requiere mucha valentía. Absorbo algo del exterior en mi ser interior para seguir trabajando con eso allí. Y así poder  después cambiar algo dentro o fuera de mí. 

MAP ayuda a las  personas a ver  cómo puede cambiar internamente, cuando ha reconocido la necesidad de hacerlo. Una última escena que me gustaría presentar aquí es la de hasta qué punto la MENS CONTEMPLATIVA no solo es útil como fuente de creatividad o soluciones, sino que también puede contrarrestar la hiperactividad de la MENS RATIONALIS.

Al principio hablé de tres escenas. Aquí la escena 3, bien conocida por muchos. 

El pensamiento analítico puede salir de control en determinadas situaciones y crear datos (¡pensamientos!) de una manera completamente descontrolada, que luego paraliza. Porque ya no se controla la cantidad de datos. Entra el miedo. O el pánico. O te has enojado tanto que ya no puedes pensar con claridad. Como si se estuviera en una rotonda y se condujera una curva tras otra a una velocidad cada vez mayor, en su mayoría solo en dos en lugar de cuatro ruedas. Los neumáticos chirrían, uno se queda sin aliento. Lo que necesitamos en esta situación es: Exactamente, el MENS CONTEMPLATIVA. “Baja de nuevo/ tranquilízate”, decimos en el lenguaje cotidiano. ¿Cómo puede funcionar esto en momentos de estrés emocional?  

“Metabolizando” nuestras emociones, dándonos tiempo para reducir este exceso de pensamientos y sentimientos. En este artículo hay varios videos de momentos específicos que pueden ayudarlo a encontrar tu modo, cómo «metabolizar», en resumen: quitarle velocidad a sus pensamientos y estar más tranquilo.

Ejemplo 1: Acuéstate en un prado y mira cómo las nubes se mueven sobre ti. 

Ejemplo 2: Siéntate junto a un arroyo y observa cómo el agua brota sobre las piedras. 

Ejemplo 3: Encienda un fuego (cuenco de fuego o vela, lo que haya) y contempla las llamas. 

Ejemplo 4: Siéntate debajo de un árbol y observa cómo el viento juega con las hojas y cómo los rayos del sol se asoman a través de las hojas. 

Ejemplo 5: Escucha el repique prolongado de campanas (o una pieza musical más larga que te atrapa). 

Ejemplo 6: Si vives junto al mar: Siéntete en la playa y mira las olas entrar y lavar la arena de un lado a otro. 

Ejemplo 7: Observe cómo el viento mueve una bandera de un lado a otro.

La vida es movimiento en todos los sentidos – observar los movimientos naturales ayuda a dejarlos en momentos de gran enfado, tristeza intensa o profunda decepción (¡etc.!) por un tiempo. Y así reunir fuerzas para identificar la causa de estas emociones. Porque eso también es un trabajo importante: Llegar después al fondo del asunto que hay que descubrir en mi Interior. ¿Qué era exactamente lo que me estaba causando pánico? ¿Qué exactamente lo que me hizo estar tan enojado? ¿Qué hay detrás de eso? Para luego encontrar una solución constructiva.

Nieves Viana & Bernadette Mauro

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