Puff the Magic Dragones una canción folk estadounidense surgida de un poema que ha llegado a formar parte de la cultura popular de muchos países. Yo la he cantado muchas veces con mis alumnos en la escuela y siempre despierta un ambiente mágico y de nostalgia.
Pienso que su letra nos sugiere hoy de hablar de la soledad.
Uno puede estar solo o sentirse solo. Hay que saber estar solo con uno mismo, estar a gusto con uno mismo para luego poder salir al encuentro del otro. Cuando uno siente una soledad interior profunda (sentirse solo) esto genera una falta de confianza y de seguridad, que son manifestaciones propias y arraigadas en el interior de una persona que padece TDAH.
A veces hay quien busca la compañía de los demás con ahínco y ansia para apagar su soledad profunda y sus preocupaciones mentales. Pero esto no soluciona el problema.
Para resolver esta falta de seguridad hay que contrarrestar con confianza, al igual que la pereza se resuelve con diligencia, el caos con el orden, etc.
Todos necesitamos, más en el principio de nuestra vida, sentir la presencia y compañía del otro. Caminar juntos. Cuando este entorno no transmite acompañamiento y atención, la persona comienza a caminar sola y a sentirse sola en este mundo. Esto genera una falta de confianza e inseguridad. Cabe destacar la importancia de los padres / primeras personas del entorno próximo y la necesidad de que nos brinden atención y cuidado, que estén presentes de manera plena y total.