Carles Capdevila fue un periodista y guionista catalán con una gran trayectoria, no solo a nivel periodístico sino también a nivel educativo con un gran impacto en la educación de los hijos.
En una de sus últimas entrevistas, donde nos presenta su último libro La vida que aprenc, 2017; ya con cierta debilidad debido al cáncer que sufría, nos transmite con mucha fuerza el quid de la vida: Venimos a este mundo básicamente para querernos, a buscar a alguien que nos quiera; a cuidarnos y a buscar a alguien que nos cuide y a aprender (…). Vivir es venir aquí a aprender, a hacerlo tan bien como puedas, a querer y a cuidar.
En cuantas ocasiones centramos nuestro objetivo de la vida en desarrollar un proyecto profesional, en conseguir aquello tan importante, en ahorrar para la casa de tus sueños…. Olvidándonos que el propósito principal de vivir es querer. Cuando uno quiere, da; cuando uno se siente querido, crece.
Capdevila comenta en la entrevista la necesidad que tiene la gente de llenar su vida. Habla que el hombre está programado para hacer cosas con las manos, una manera metafórica de decir que estamos hechos para hacer cosas concretas. Cierto, el hombre está hecho para crear, construir, crecer; pero con una mirada des del interior. La base de este crear, construir o crecer es des del corazón, con amor. En esto precisamente consiste MAP, en conquistar tu día a día de forma que tu pensar, hablar y hacer sean coherentes con tu interior. Del contrario, uno se limita a llenar su vida.
¿Y qué es querer? Sencillamente querer el bien, el propio y el de los demás. Quererse a uno mismo y querer a los demás, cuidarse a uno mismo y cuidar a los demás.
Me gustaría terminar esta reflexión con unas palabras del mismo Carles Capdevila, que resumen su éxito en el paso por esta vida:
Cuando escribes desde el corazón, llegas al corazón de la gente. Cuando escribes desde la mente, llegas a la mente de la gente.